El Bloque Iván Ríos de las FARC reconoció hoy que tiene en su poder al comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, brigadier general Rubén Darío Alzate Mora.

Según el comunicado, el pasado 16 de noviembre unidades guerrilleras pertenecientes a este Bloque “interceptaron, en uno de los retenes móviles que mantienen sobre el río Atrato, el bote en el que se movilizaba el general Alzate, junto con cabo segundo Jorge Contreras Rodríguez y la señora Gloria Urrego, abogada al servicio del Ejército” y que luego de realizar la identificación plena de estas personas, “pese a vestir ropas civiles, los tres fueron capturados por nuestras unidades, en razón a que se trata de personal militar enemigo que se mueve en ejercicio de sus funciones en área de operaciones de guerra”.

Las FARC se comprometieron a respetar la vida e integridad moral del alto oficial y la de los demás “prisioneros” hasta donde les sea permitido. Además, el comunicado señala que “sin el cese bilateral del fuego, las que el Presidente llama reglas de juego, no pueden operar sólo para las Fuerzas de Estado”.

El comunicado finaliza con la frase “No está de más advertir que estamos subordinados a las decisiones que adopten las instancias superiores de las FARC-EP”; con la que pretenden señalar que existe una capacidad de control y mando del Estado Mayor sobre sus unidades guerrilleras. Sin embargo, dado que previamente el Estado Mayor había dado la orden de no realizar ninguna retención de militares o civiles por parte de unidades guerrilleras, queda en entredicho dicha capacidad de mando y control por parte del Estado Mayor de las FARC.

Por su parte el equipo negociador de las FARC en La Habana, Cuba, solicitó de manera urgente un cese bilateral del fuego, ya que el diálogo “bajo el fuego, cada día arrastra mayor insensatez”. De la misma manera reiteraron su voluntad de seguir en la mesa de negociaciones y que esperan que “este impase sea resuelto lo más pronto posible”.

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